sábado, 13 de noviembre de 2010

En un rincón escondido...

Después de una borrachera mental de certezas, hipótesis e incertidumbres médicas, necesitábamos un descanso. Pero un descanso de esos de los que de merecen, de princesa, de reina, de maharajá, en un lugar escondido que C ha encontrado debajo de una lista de andamios. Fénix's bar...

Total, ahí que nos adentramos las tres, (C al cuadrado y una servidora), cual "críticas personales culinarias" (es que el estómago es de lo más exigente). Y para nuestra sorpresa se nos recibió con una sonrisa, una cara peculiar y mucho camino en los ojos...mira que yo creía que eras persa pero resulta que eres neozelandés.


La carta nos encantó, los detalles nos conquistaron...una panera con un surtido variado de trozos de pan bañado con oro de nuestra tierra, el virgen extra.

Pedimos varias tapas. Provolone con mermelada de tomate, tortellini rellenos de verduras a los cuatro quesos, berenjenas árabes...mamma mia! Qué delicias! Y todo por el módico precio de unas risas junto a las Crises (o mejor Crisis?) y una conversación intenresante con nuestro camarero. Gracias por mostrarnos algo de ti, tu vida y recordarnos que el beso de la abuela es el mejor de los tratamientos.




Sitio recomendable si necesitáis la combinación de un poquito de alegría pa'el corazón y buena comida. Lo puedes encontrar entre la plaza Sevilla y Canalejas, (justo detrás de la parada de autobús). Además buena música, Wi-Fi y noches temáticas. Mi humilde recomendación sería añadir una pequeña biblioteca "reciclaje" para así poder encontrar perlas que alguien nos pueden aportar y tu ser participe de la ilusión de otros.

Aunque ya estábamos servidas, queríamos algo mas...un poco de Caleta y cafelito en mano. No hace falta nada más...

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