jueves, 17 de marzo de 2011

...el resultado...

Y aquí va el resultado del giorno della scarpa...




M no se puede ni imaginar que hacía ya tiempo que quería unos zapatos bailarinas con brazalete incluido...¡acertaste Burt Lancaster! (y no la cagaste, cómo dice la canción...). 

..."it's rare, but it's a gift"...

L.

P.D.: A propósito de zapatos, tenéis que leer el post que ha escrito GiGi de Gossip's Fashion Week acerca de los originalísimos broches para zapatos creación de Elena Cobo Estilista. ¡Yo ya he pedido los míos!...aunque no os preocupéis que ya hablaré sobre una de las grandes promesas jóvenes de la moda gaditana. 

miércoles, 16 de marzo de 2011

...giorno della scarpa...

Ayer fue el día del zapato. Bueno, efectivamente, solo para algunas personas en este pequeño mundo. Es nuestro día del zapato...Y es que no hay nada mejor que una cena, salir corriendo, ganar un par de zapatos para volver a "perderlos" más tarde...hacer de Cenicienta, pero mi toque de queda lo dispondrá el sol...nada de solo hasta las 00:00...

...Feliz día del zapato...

¿Y tú? ¿celebras algún día especial?


jueves, 3 de marzo de 2011

...sólo por recordar...


Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,

un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vió una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fué la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fuí a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad."

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar."

Y dice ella: "No hubo intento;
yo me fuí no sé por qué;
por las olas y en el viento
fuí a la estrella y la corté."

Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver."

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí."

Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

A Margarita Debayle
Rubén Darío


L.